miércoles, 24 de marzo de 2010

El Yunque

Los movimientos de ultraderecha en México no son algo nuevo bajo el sol. Se arraigan en una larga tradición, que podemos situar en la Cristiada y su colegionario, el Sinarquismo. La ideología cristera con su lema ¡Viva Cristo Rey!, es un claro ejemplo de esta ideología profundamente arraigada en México, oponiéndose a todo pensamiento de corte liberal y laico. El conflicto armado que podemos calificar de verdadera guerra civil que se desató entre 1926 y 1929 y que algunos han calificado de “guerra martirial” se desencadenó entre otros factores a raíz de la reglamentación, ordenada por el presidente Plutarco Elías Calles, del Artículo 130 de la Constitución (referente a las relaciones entre el Estado y la Iglesia), pero también por resentimientos gestados desde la Reforma de Benito Juárez impregnada de “sectarismo antirreligioso” y la Constitución de 1917, en particular por los artículos 3, 5 y 24. En palabras de Juan Landerreche Obregón, uno de los fundadores del Partido Acción Nacional (PAN), los arreglos alcanzados después de la Cristiada “de ninguna manera significaron que el esfuerzo, el sacrificio y la sangre de los cristeros hayan sido inútiles para la libertad de la Iglesia Católica y el respeto a la religión y a los fieles. Por el contrario, los cristeros demostraron al gobierno con sus sacrificios, sus esfuerzos y sus vidas, que en México no se puede atacar impunemente a la religión católica ni a la Iglesia... Y todo esto se demostró en forma tan convincente a los tiranos, que los obligó no sólo a desistir de la persecución religiosa, sino los ha obligado también a respetar la religión y la práctica y el desarrollo de la misma, a pesar de todas las disposiciones de la Constitución…” Heredero de este patrimonio espiritual, el Yunque desde los años 1950 ha extendido sus tentáculos en todos los sectores de la sociedad hasta llegar hoy en día a las más altas esferas de los tres poderes.

El Yunque, según Álvaro Delgado, eminencia periodística en esta materia, habría sido fundado hace más de medio siglo en la ciudad de Puebla, por Ramón Plata Moreno y Manuel Díaz Cid, con el supuesto propósito de “defender a la religión católica" de la triple alianza del Mal: el comunismo, el pueblo judío y la masonería. Desde este entonces, este movimiento sectario estaría conspirando desde la clandestinidad para imponer en México un proyecto autoritario, a través del PAN, uno de sus diversos instrumentos (cuyos tres últimos presidentes Manuel Espino, Luis Felipe Bravo Mena y César Nava Vázquez serían yunquistas) pero también mediante la intimidación y en caso de ser necesario, el asesinato.

La misión primordial del Yunque que también suele llamar a sus afiliados, soldados de Dios (aparentemente su obra de referencia sería la Ciudad de Dios, de San Agustín de Hipona) sería: defender la cruz con la espada; evangelizar las instituciones públicas; defender la vida “hasta la muerte”; luchar contra las fuerzas de Satanás, acciones llevadas a cabo desde la oscuridad y la infiltración perniciosa no sólo a través de los gobiernos estatales y poderes legislativo y judicial sino también al amparo de organismos ciudadanos y de la multicitada sociedad civil. Las supuestas causas justas como la defensa de la vida, la preservación de la familia y la moralidad, el desarrollo integral de la mujer, la seguridad pública y el bien común son entre otras tantas, instrumentos de camuflaje dentro de su proyecto de "vertebración social". A continuación, presentamos unas cuantas "asociaciones" bastante representativas de su filosofía (la lista no es exhaustiva):

Unión Nacional de Padres de Familia http://www.unpf.org.mx/;
Asociación Nacional Cívica Femenina http://www.ancifem.org.mx/;
Sociedad en Movimiento http://www.senm.org/;
Comisión Mexicana de los Derechos Humanos http://www.comexdh.org.mx/;
Testimonio y Esperanza http://www.testimonioyesperanza.com/;
Mejor Sociedad, Mejor Gobierno http://www.mejorsociedadmejorgobierno.org/;
Centro Nacional de Comunicación Social http://www.cencos.org/;
Vida y Familia http://www.vifac.org/;

Todas ellas actuando a plena luz del día y con una importante presencia en los medios de comunicación: perfectas pantallas de la acción subversiva del Yunque desde las catacumbas.

En fin, no conforme con secuestrar las instituciones políticas, sociales y empresariales del país, la “Organización” tomó, la decisión de crear su propia congregación religiosa en el interior de la Iglesia católica, inscrita en su proyecto de su expansión nacional y porqué no internacional, denominado "Operación Prometeo": es así como en 1972 nacieron los Cruzados de Cristo Rey bajo los auspicios del Padre José Manuel Pereda Crespo, ex militante juvenil del ultraderechista Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO), encarcelado en 1968 por robar expedientes confidenciales de consejeros universitarios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La congregación ultraconservadora de los Cruzados hace figura de proa al lado de los Caballeros de Colón, los caballeros de Malta, la Familia Misionera, los Legionarios de Cristo y el mismo Opus Dei. No se deberá a una casualidad pues que Benedicto XVI en 2009 haya dado su bendición a los Cruzados al nombrar al sacerdote mexicano Pedro Miguel Funes Díaz, jefe de oficina en la Congregación para la Doctrina de la Fe, otrora la Santa Inquisición.

Dirán algunos que estamos en plena paranoia, que estamos exagerando viendo moros con tranchetes y que sólo se trata de ciudadanos de buena voluntad que sólo quieren hacer la diferencia con su grano de arena, luchando con la única arma a su disposición, su buena voluntad, a favor del bienestar de sus conciudadanos. Que somos unos incrédulos, puede ser. El caso es que desafortunadamente, no estamos en una novela de ciencia ficción ni tampoco se trata aquí de leyendas urbanas vinculadas por algunos ociosos. No pretendemos aquí de ninguna manera hacer una lectura de la historia en clave de conspiración pero tampoco podemos tapar el sol con un dedo.

El auge del Yunque que también se conoce como la Orquestra, con su engranaje paramilitar y fundamentalismo católico con tintes xenofóbicos, recordemos que la máxima de la secta es “El que obedece, no se equivoca”, es proporcional al declive flagrante de la Masonería en México, inexorablemente ligada a los gobiernos priistas y su apropiación casi exclusiva de la figura emblemática de Juárez. Como lo constatan muchos con melancolía, la Francmasonería mexicana ha pasado durante las ultimadas décadas de ser una elite dominante a una especie en extinción. Nos toca realizar un análisis profundo de esta situación al margen de la resurrección cíclica de la ultraderecha. De entrada, está claro que no cuenta con los mismos recursos financieros ni humanos pero esto no explica del todo la crisis en la que nos encontramos.

En palabras de Álvaro Delgado, ya es tiempo de acabar con las complicidades que han permitido a esta organización secreta infiltrarse en el poder de tal modo que hoy estamos frente a un asunto de salud pública. Sin embargo, para proceder a tal propósito se requiere voluntad política al más alto nivel que hasta el momento no se ha percibido. Ante este panorama casi apocalíptico de la vida pública mexicana, no cabe duda que la Masonería debe asumir su papel con responsabilidad, unirse para vencer en esta verdadera lucha ideológica. Definitivamente, no puede darse el lujo de dormir en sus laureles y quedar como una espectadora pasiva al margen de los acontecimientos que lastiman tanto nuestra sociedad, en especial, sus sectores más vulnerables como lo es la juventud.




 
Álvaro Delgado, El Yunque: La ultraderecha en el poder, 2003

Álvaro Delgado, El Ejército de Dios: Nuevas revelaciones de la extrema derecha en México, 2005

Álvaro Delgado, La cobardía del Yunque, Revista Proceso, 2009

Álvaro Delgado, El Yunque, asunto de salud pública, Revista Proceso, 2010

martes, 23 de marzo de 2010

Arthur Groussier (1863-1957): Observar, Reflexionar, Comprometerse y Actuar.



Conocemos el Templo Arthur Groussier del Gran Oriente de Francia ubicado en el 16 de la rue Cadet en Paris por ser el más imponente y emblemático de todos, donde se celebran las tenidas excepcionales y celebraciones más importantes de la Francmasonería francesa. Pero ¿quién fue este personaje ?

Nacido en 1863, en la ciudad de Orléans, Francia, desde su juventud, presentó un interés genuino por el mejoramiento de la condición obrera. A partir del 1890, tendrá actividades político-sindicalistas con una primera elección como diputado en 1893 bajo la égida del Partido Socialista junto a otros hombres cuya acción fue tan inspiradora como la de Jean Jaurès, Jules Guesde, Marcel Sembat y Edouard Vaillant.

Su gran obra, sin embargo, se plasmó en el nuevo Código del Trabajo y de la Previsión Social en Francia a partir del año 1910 y que se concretizará hasta 1927, recompilando todos los textos existentes al respecto e integrando nuevos. ¿A 100 años de su promulgación, tenemos que echar una mirada retrospectiva y entender lo que significó esta reforma y qué impacto tuvo para los trabajadores de la época?

La acción legislativa de Arthur Groussier y otros tantos, transformó radicalmente las condiciones laborales de los asalariados. Se trató, hay que decirlo, del paso del “derecho al silencio” al “derecho a la palabra” para millones de personas. Recordemos que durante todo el siglo XIX con su abrumadora industrialización y nuevos modos de producción, las condiciones de trabajo eran verdaderamente atroces, encadenado a las masas, incluyendo mujeres y niños a nuevas formas de esclavitud hasta ahora desconocidas. Toda forma de resistencia y organización colectiva de la clase obrera, por supuesto, no sólo era prohibida sino también reprimida violentamente. Para tener una viva idea de la situación, basta leer el Germinal de Zola. Es en este contexto pues que se inscribe la acción de Groussier, al cual por cierto, le fue ofrecido en varias ocasiones el portafolio del recién creado Ministerio del Trabajo (1906) y que en tres ocasiones rechazó. Concretamente, Groussier fomentó la codificación de la intervención del Estado entre el Capital y el Trabajo, la reglamentación de las condiciones laborales de la clase obrera que hasta ahora estaban totalmente sujetadas a la “buena” voluntad de los patrones, preparando el movimiento emancipador de 1936.

En este Código del Trabajo de 1910, se asentaron garantías tales como: las indemnidades en caso de accidente de trabajo; la implementación de normas de higiene y medidas de seguridad; la creación de los contratos colectivos; el derecho a la libre asociación y autonomía sindical; la duración de la jornada de trabajo fijada a no más de 12 horas para los hombres y de máximo 10 horas para las mujeres y los menores; el establecimiento de un día de descanso obligatorio a la semana; las pensiones para el retiro de los obreros y campesinos.

Arthur Groussier, en paralelo a su muy activa participación en la vida política francesa, tuvo un fuerte impacto en la historia de la Francmasonería en su calidad de Gran Maestro del GODF a partir de 1925 hasta 1940, ya que será nueve veces reelecto en su puesto. Iniciado desde 1885, a la temprana edad de 22 años en la Logia La Emancipación del GODF, también se afilió al mismo tiempo a la Logia Beneficencia y Progreso.

La gran obra masónica de Arthur Groussier radica esencialmente en la revisión del Rito Francés a partir de 1938. Esta transformación es considerada como un retorno a las fuentes originales y a un cierto simbolismo que había sido erradicado por la visión positivista y “modernista” de la reforma instaurada por Louis Amiable en 1886 cuya filosofía general era la “neutralidad entre las diversas creencias” y el hecho que “los datos seguros proporcionados por el estado actual de la ciencia deben ser aprovechados al máximo por nosotros”. Esta posición generaría profundas controversias entre Oswald Wirth, defensor de un simbolismo hermético y cierta corriente ocultista y el propio Amiable, cuya postura filosófica era más de tinte materialista y anticlerical. La discusión sobre la pertinencia o no de ciertos rituales y sus correspondientes símbolos se basaba en la concepción crítica de que eran en realidad una desviación de naturaleza religiosa y hasta supersticiosa. Es pues con esta herencia cultural que se operó el cambio quedando plasmado en lo que se llama hoy Rito Francés o Groussier. En este mismo tenor de ideas, es de notar que en 1948, escribiría una obra, Filosofía de la Energía, esfuerzo de síntesis conciliadora entre el materialismo y el espiritualismo.

Una faceta más polémica del Gran Maestro del GODF fue su actuación durante el doloroso periodo de la Segunda Guerra Mundial. El Gobierno de Vichy encabezado por el Maréchal Pétain, centró toda su furia oscurantista sobre los tres supuestos males que gangrenaban la sociedad francesa, a saber: los judíos, los comunistas y los francmasones. Frente a la práctica cotidiana de las persecuciones y las espoliaciones sistemáticas en contra de los francmasones y sus bienes, culminadas por la ley de 1940 que prohibía las sociedades secretas y una abierta propaganda antimasónica cuya apoteosis fue la película Fuerzas ocultas, Arthur Groussier decidió suspender todos los Trabajos en Logia enviando un carta al Maréchal al respecto el 7 de Agosto del mismo año. Lo que le fue reprochado a Groussier no fue sólo la forma, el tono, a la luz de la post-guerra, demasiado condescendiente pero también el fondo, aceptar la capitulación de la Masonería francesa ante la opresión del gobierno petinista, aunque fuera con la intención de salvar vidas humanas.  Algunos lo consideraron prudente, otros lo tacharon de demasiado obediente, lo que sí es que su prestigio se vio, a raíz de este episodio, un tanto opacado hasta su muerte a los 93 años .




Pierre Mollier, Pouvoir du Symbole, Politica Hermetica, n° 11, 1997

René Parod, Nous gagnons moins qu’en l’an 1500, Etude sur le travail et le capital, 1914

La Persécution des Francs-Maçons en http://www.contreculture.org/

Biografía de Arthur Groussier en http://www.assemblee-nationale.fr/

martes, 16 de marzo de 2010

El Rito Francés

Lo que conocemos hoy como Rito Francés o Rito Moderno ha pasado desde su fundación hasta el presente por varias transformaciones, oscillando entre continuidad y cambio, tradición y reforma.

Actualmente, se puede decir que existen dos corrientes que se concretizan en la práctica: Rito Francés Moderno (o Groussier) y el Rito Francés Tradicional (o Rito Francés Moderno Restablecido). A grandes rasgos, se puede decir que el primero es practicado por el Gran Oriente de Francia, mientras el segundo en la Gran Logia Nacional Francesa.

Ahora bien, ¿en qué consiste hoy el Rito Francés y cuales son sus especifidades respecto de los otros Ritos practicados en la Francmasonería?

Como bien lo explica el antropologo social Victor Turner, todo Rito de Paso (el cual implica un cambio de estatus dentro de un grupo determinado) se basa en un mito-fundador que gira alrededor de un tema central y un sistema simbolico, el de la muerte-resurreccion del iniciado. Cada ritual es la reconstrucción de un mito. Y en el caso de los rituales del Rito Masonico Frances, se vehiculan tres mitos fundamentales:

- El mito del Paso de las Tinieblas a la Luz.
- El mito de la Construcción del Templo de Salomón.
- El mito de Hiram

Ahora bien, desde un punto de vista conceptual, podemos decir que se apoya en cuatro pilares filosóficos:

1. La Libertad Absoluta de Conciencia o la Concepcion de una Masoneria Adogmatica y Laica
A partir de 1877, el Gran Oriente de Francia sufre una evolución profunda con la decisión de suprimir de sus trabajos la fórmula que obligaba a consagrar los Trabajos a la gloria del “Gran Arquitecto del Universo" como manifestación institucional de la defensa irrestricta a la absoluta libertad de conciencia de sus miembros, quienes están en libertad de creer o no creer en lo que les plazca. “La Masonería tiene por principios la absoluta libertad de conciencia y la solidaridad humana. No excluye a nadie por razón de su credo”. A partir de este momento, se distinguirá de los demas Ritos, en particular de los Ingleses, por su concepciòn laica e incluyente.

2. La Democracia como Forma de Gobierno
El Rito Francès se basa en una concepcion democratica y republicana del poder y del gobierno. Se manifiesta en las elecciones de sus oficiales y autoridades, en la denominaciòn de Presidente para designar a su Venerable Maestro asi como en la revocabilidad de sus mandatos. Desde 1775, el Gran Oriente de Francia imprimio una circular que sostenia que “La ley es la voluntad de la mayorìa”. Esta concepcion liberal y progresista se contrapone a los Ritos de York y Escoces que tienen una idea monarquica y aristrocratica del poder.

3. La Construccion del Templo Exterior
Mas que dedicarse a la acción filantropica y a las obras caritativas, el Rito Frances pretende construir el Templo de la Humanidad en base a la transformaciòn social y la aplicaciòn real de la Justicia. Los principios edificadores que sostienen su acciòn en la sociedad son los de la Libertad, Igualdad y Fraternidad. Si bien el perfeccionamiento individual es una de las principales tareas del Francmason, ésta no puede realizarse cabalmente si no viene acompañada de una genuina preocupaciòn por el progreso social, hic et nunc. Y si bien la vía iniciatica es un camino personalisimo en cuanto cada uno debe asumir la construcción de su templo interior, esta responsabilidad no exime de los deberes hacia la comunidad.

4. El Trabajo de la Razón
Las Logias anglosajonas se enfocan particularmente en aspectos ritualisticos. Por su parte, las del Rito Frances, entendiendose como verdadero factor de transformaciòn social, consideran el analisis de la realidad que nos rodea y la investigaciòn cientifica y racional como parte fundamental de los trabajos que deben realizar los integrantes de cada Taller.

El Rito Francés absolutamente ignora, a diferencia de muchos otros ritos masónicos, el pensamiento religioso, esotérico, místico, mágico y ocultista. Está en ruptura con toda metafísica; únicamente se apoya en los símbolos, las alegorías, y la razón.

El Rito Francés por su carácter eminentemente tolerante admite en su seno:
- Todas las creencias acerca del origen del Universo y su creación o no por el G.A.D.U.

- La participación activa de la mujer en un pie de igualdad dando a las Logias la triple opción de trabajar en un entorno exclusivamente masculino, femenino o mixto.

- La multi-ritualidad. El Taller, soberano y autónomo, decide si quiere realizar sus trabajos en complemento con otros Ritos.

No es que querramos aquí convencer de una supuesta superioridad o no del Rito Francés dentro de la Masoneria, que sea mejor éste o aquel, sino simplemente exponer sus caracteristicas distinctivas que conforman su identidad, su esencia.

Sus detractores, con razón o no, lo han criticado por ser positivista, racionalista y laicista, para no decir jacobinista, dejando de lado, en muchas ocaciones, el aspecto simbolico y hasta cierto punto, poetico de la Francmasoneria. Tambìen se le ha reprochado por estar demasiado inmerso en los asuntos politicos y publicos, conformando un cierto de tipo de sociabilidad pero olvidandose de sus aspectos ritualisticos.

Otros lo consideran como la imagen viva de Jano, este Dios de doble cara que voltea hacia el pasado y el futuro a la vez. Su vigencia radica en que ha sabido integrar la herencia de la sabiduria antigua pero también entender las problematicas y los desafios de su tiempo. Ha superado la aparente dualidad entre fidelidad a la tradición y busqueda constante de la verdad. "El Rito Francés jamás confunde lo sagrado, que es del dominio de las iglesias y de las religiones, con lo iniciático, que es del dominio de la última gran sociedad iniciática del mundo occidental, la Francmasonería".

Victor Turner, El Proceso Ritual, Taurus, 1988

Ludovic Marcos, Le Rite Francais entre Modernité et Tradition, Revista Joaben N°2 & N°3

Jean Van Win, Caracteristicas del Rito Frances, Revista Cultura Masonica, N°2, 2010

domingo, 14 de marzo de 2010

Prospectiva o el Pensamiento Anticipativo

Se relaciona etimológicamente con palabras tales como Perspectiva, Pronostico, Previsión, Predicción, Probabilidad, etc.…. Todos estos términos tienen una profunda relación y connotación con la visión o mirada hacia el futuro, lo cual nos lleva a menudo a confundirlos. La palabra Prospectiva es el claro antónimo de Retrospectiva (mirada hacia el pasado).

Si hablamos aquí de Prospectiva es que esta ciencia o mejor dicho esta metodología nos puede ser muy útil para pensar en una alternativa para la sociedad que queremos, pero también porque podemos aplicar este método a nuestra vida personal y profesional, en el ámbito empresarial o político, en el mundo profano como en el Masónico.

Brevemente y para poner en contexto, la Prospectiva es una ciencia creada recientemente. La palabra fue usada por primera vez por el filósofo francés Gaston Berger en 1967, el fundador del Centro Internacional de Prospectiva.

La Prospectiva como lo comenta nuestro Q:. H:. Marc Halevy no es predecir el futuro porque el futuro en sí no existe, esta siempre por crearse o inventarse. No es futurología, ni cartomancia o adivinación délfica.

El objeto de la Prospectiva es el presente, en su complejidad de variables internas y externas desde una perspectiva holística para plantear los futuros probables y deseables (los llamados futuribles).

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) define la prospectiva como el conjunto de tentativas sistemáticas para observar a largo plazo el futuro de la ciencia, la tecnología, la economía y la sociedad con el propósito de identificar las tecnologías emergentes que probablemente produzcan los mayores beneficios económicos o sociales.

El trabajo realizado en Prospectiva, desde mi punto de vista, es el complemento de la labor del historiador. El historiador reflexiona sobre el pasado para entender el presente (De donde venimos para comprender quienes somos). El del “Prospectivista” es entender las variables, paradigmas y parámetros del presente para entender y circunscribir el futuro (Quienes somos para saber no sólo A donde vamos o sea los futuros posibles pero también A donde queremos ir o sea los futuros deseables).

La prospectiva cuando estudia los futuros posibles se basa en las tendencias estructurales, las grandes corrientes económicas, sociales, culturales, etc., las fuerzas perdurables que dibujan el mundo y sus sociedades. De ahí, yacen los escenarios y posibilidades “reales” para el futuro.

Cuando hablamos de los futuros deseables, es decir, cuando visionamos el mundo o sistema ideal a donde queremos llegar o a quien queremos llegar a ser, es alimentar nuestra parte más creativa e innovadora. Pensemos en las utopías o sueños de un Platón, un Tomas Moro o más cercanos a nosotros de un Martin Luther King o de un Mahatma Gandhi.

Si - Rudjard Kipling

SI
Puedes conservar tu cabeza, cuando a tu rededor todos la pierden y te cubren de reproches;
Si puedes tener fe en ti mismo, cuando duden de ti los demás hombres y ser igualmente indulgente para su duda;
Si puedes esperar, y no sentirte cansado con la espera;
Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira,
Y si eres odiado, no devolver el odio; sin que te creas, por eso, ni demasiado bueno, ni demasiado cuerdo;


SI
Puedes soñar sin que los sueños, imperiosamente te dominen;
Si puedes pensar, sin que los pensamientos sean tu objeto único;
Si puedes encararte con el triunfo y el desastre, y tratar de la misma manera a esos dos impostores;
Si puedes aguantar que a la verdad por ti expuesta la veas retorcida por los pícaros, para convertirla en lazo de los tontos,
O contemplar que las cosas a que diste tu vida se han deshecho, y agacharte y construirlas de nuevo, aunque sea con gastados instrumentos!


SI
Eres capaz de juntar, en un solo haz, todos tus triunfosy arriesgarlos, a cara o cruz, en una sola vuelta
Y si perdieras, empezar otra vez como cuando empezaste
Y nunca mas exhalar una palabra sobre la perdida sufrida!
Si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios, a que te obedezcan aun después de haber desfallecido
Y que así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa que la voluntad gritando: “persistid, es la orden!!”


SI
Puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud, o alternar con reyes y no perder tus comunes rasgos;
Si nadie, ni enemigos, ni amantes amigos, pueden causarte daño;
Si todos los hombres pueden contar contigo, pero ninguno demasiado;
Si eres capaz de llenar el inexorable minuto, con el valor de los sesenta segundos de la distancia final;
Tu ya será la tierra y cuanto ella contenga
Y -lo que vale más- serás un hombre! hijo mío!

El Legionario y El Panadero

Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, y una vez más en los reflectores de la prensa nacional e internacional, aunque de manera póstuma, pudo realizar sus exacciones con toda impunidad no sólo gracias al apoyo del Vaticano, en especial del Papa Juan Pablo II quien lo calificará como “guía espiritual de la juventud” y por su entonces acolito el Cardenal Ratzinger, Prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien lo invitará hasta 2006 a “una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público", sino gracias a los movimientos de la ultraderecha mexicana, enemigos tradicionales de la Francmasonería.
La Legión de Cristo y Regnum Cristi (movimiento de apostolado) que cuenta con 65,000 miembros según la página oficial, y se considera como la segunda asociación católica de mayor influencia en el mundo justo después del Opus Dei, ha podido, no sólo subsistir sino también expandirse de manera exponencial, gracias al apoyo incondicional y las fuertes contribuciones financieras del sector más conservador de la sociedad mexicana, como el fundador y ahora presidente honorífico de la multinacional Bimbo, a saber, Lorenzo Servitje y Sendra, entre otros, quien hace más de medio siglo, inició sus labores en contra del Estado Laico y las libertades individuales. Fundador del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC) donde colaboró el ex Secretario de Gobernación, Carlos Abascal como vicepresidente (hijo de Salvador Abascal Infante, fundador y dirigente de la Unión Nacional Sinarquista) , presidente de la Unión de Empresarios Católicos (1961-1963), presidente nacional de la Unión Social de Empresarios Mexicanos (1965-1966) entre otros cargos, el magnate ha intentado, gracias a sus redes de influencias en el mundo político y empresarial, imponer una hipocresía moral y un puritanismo anacrónico, acorde a los valores de los Legionarios de Cristo y su pederasta cabecilla.
En su papel de garante de la virtud publica y en su calidad de censurador de las expresiones de ideas opuestas a las normas morales católicas, el famoso panadero, no sólo boicoteó en 1997 el canal 40 (cancelando sus contratos publicitarios con la televisora) por haber dado a conocer testimonios de sacerdotes y supuestas víctimas de los abusos de su íntimo amigo y fundador de la congregación religiosa sino que fundó el mismo año la asociación A favor de lo Mejor A.C., cuya misión oficial es: “elevar la calidad de los contenidos de los medios de comunicación, para fomentar el entretenimiento sano, la veracidad en la información y la ineludible responsabilidad de ser agentes de conformación de una cultura con lo mejor de nuestras tradiciones y costumbres, transmitiendo así los valores universales indispensables para el desarrollo y superación de las personas”: ¡ Vaya programa ! En el mismo tenor de ideas, podemos analizar sus declaraciones sobre la decadencia de la sociedad mexicana y su descomposició n en una entrevista publicada por el Instituto de Pensamiento Estratégico Ágora en 2009: “Esta desintegración se debe, en gran parte, al deterioro del matrimonio como institución indispensable para la estabilidad y felicidad de la familia misma. Su crisis se debe, a su vez, entre otras causas, a una corriente generalizada que justifica y aun alienta la relación sexual fuera del matrimonio. Algunas manifestaciones de ello son la promiscuidad, la relación prematrimonial, la unión libre, la infidelidad conyugal y las perversiones”.
En este contexto, nos queda entonces esperar que la reforma al artículo 40 de la constitución mexicana sea ratificada por el Senado, mencionando y reafirmando el carácter laico de la Republica Mexicana: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una Federación establecida según los principios de esta ley fundamental” a pesar de los embates de los jerarcas eclesiásticos y reconocidos filántropos demócratas del calibre del señor Lorenzo Servitje y Sendra.

Jules Ferry: Laicidad y Educación

La palabra laicidad proviene del griego λαϊκός, laikós - "alguien del pueblo", de la raíz λαός, laós - "pueblo" pasando en el latín medieval a designar ante todo lo que no formaba parte de un orden eclesiástico.

Aunque la Ilustración retomó el término, la palabra fue de uso poco común en los discursos de la Revolución Francesa y su texto fundador, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 aunque podamos ya observar su espíritu particularmente en sus artículos X y XI:

X - Ningún hombre debe ser molestado por razón de sus opiniones, ni aún por sus ideas religiosas, siempre que al manifestarlas no se causen trastornos del orden público establecido por la ley.
XI - Puesto que la comunicación sin trabas de los pensamientos y opiniones es uno de los más valiosos derechos del hombre, todo ciudadano puede hablar, escribir y publicar libremente, teniendo en cuenta que es responsable de los abusos de esta libertad en los casos determinados por la ley.

Es hasta principios del siglo XX, en Francia, aunque ya en germinación desde la Revolución, cuando el espíritu laico y secular (del latín siglo) triunfará y que definitivamente se consumirá con la separación del Estado de la Iglesia, mediante la promulgación de la famosa Ley de 1905 declarando: “La República no reconoce, no paga, ni subsidia religión alguna”, a lo cual la Iglesia Católica no tardaría en responder en la voz del Papa Pío X en la Encíclica Vehementer, de 1906 lo siguiente: "Que sea necesario separar la razón del Estado de la de la Iglesia es una opinión seguramente falsa y más peligrosa que nunca. Porque limita la acción del Estado a la sola felicidad terrena, la cual se coloca como meta principal de la sociedad civil y descuida abiertamente, como cosa extraña al Estado, la meta última de los ciudadanos, que es la beatitud eterna preestablecida para los hombres más allá de los fines de esta breve vida".

Según el filosofo español Fernando Savater, “La laicidad es el reconocimiento de la autonomía de lo político y civil respecto a lo religioso, la separación entre la esfera terrenal de aprendizajes, normas y garantías que todos debemos compartir y el ámbito íntimo (aunque públicamente exteriorizable a título particular) de las creencias de cada cual”. La laicidad de un gobierno no debe ni puede entenderse como un ataque a la religión por parte del Estado, sino todo lo contrario. Es el Estado el garante de la libertad religiosa, para cada una profesión de fe, en un terreno de igualdad. Ser laico no es sinónimo de ser ateo, agnóstico o carente de toda vida espiritual. De hecho, se puede ser laico y creyente a la vez, no existe ninguna contradicción en los terminos. Ser laico significa reconocer el derecho a cada individuo de practicar o no una religión de acuerdo a su conciencia dentro de un marco de respeto y tolerancia mutua. Por eso mismo, la laicidad es garante de paz y de convivencia fraternal y es, sin lugar a duda, un valor eminentemente democrático y republicano.

Ahora bien, para llegar a esta transformación social, donde por primera vez, lo confesional se desligaba de la vida pública, hubo que revolucionar como primer paso a una de las instituciones fundamentales del Estado: la educación haciéndola: obligatoria, laica y gratuita. Recordemos que hasta estas fechas, la educación (del latín educere "guiar, conducir" o educare "formar, instruir”) había estado en el poder de la Iglesia de forma absolutamente dominante, favoreciendo -salvo excepciones de algunos ilustres pensadores- a menudo la ignorancia, la obediencia ciega y la superstición. La emancipación del sistema educativo del yugo clerical, se la debemos a un hombre en particular: Jules Ferry, promotor incansable de una reforma educativa sistémica y fundador de la escuela moderna: "La escuela no debe ser ni una capilla, ni una tribuna, ni un teatro".

Jules Ferry (1832-1893), oriundo del Este de Francia, quien fuera Ministro de Instrucción Pública y Francmasón, iniciado en 1875 por el Gran Oriente de Francia en la Logia La Clemente Amistad, emprendió una serie de medidas secularizantes con las siguientes iniciativas creando una ola de desaprobación en el ala más conservador de la sociedad y no era para menos: gratuidad de la enseñanza primaria pública (1881); regulación de la formación de maestros (1879); obligación para el Estado y para los padres de dar educación a los niños y niñas de entre 6 y 13 años (1882), supresión de la enseñanza de la religión católica en las escuelas públicas, sustituyéndola por la instrucción moral y cívica (1882) y relevo progresivo de los maestros que pertenecían a congregaciones religiosas por maestros laicos.

En su Carta a los Maestros en 1883 declaraba: “La instrucción religiosa pertenece a las familias y a la iglesia, la instrucción moral a la escuela….Sin lugar a duda (el legislador) ha empezado por separar el colegio de la iglesia, asegurando la libertad de conciencia tanto de los maestros como de los alumnos, haciendo una distinción entre dos dominios, demasiado tiempo confundidos: el de las creencias que son personales, libres y variables, y el de los conocimientos que son comunes e indispensables para todos….”

Es, en esta misma época (1877) y, no creo que se deba a una afortunada coincidencia o azares del destino, que el Gran Oriente de Francia, asumirá su posición laica, adogmática y republicana al suprimir de su constitución la frase: La Francmasonería tiene por principio la existencia de Dios y la inmortalidad del alma, afirmando su defensa irrestricta del principio de libertad absoluta de conciencia respetando en todo momento el credo que profesa o no cada uno de sus miembros. La Francmasonería laica -más no antirreligiosa, positivista y racionalista a ultranza- desde mi punto de vista, está abierta a recibir hombres y mujeres de horizontes religiosos y culturales totalmente distintos dentro de sus Talleres ya que precisamente no exige a sus recipiendarios la creencia en un Dios o Ser Supremo. Por eso mismo, se puede afirmar que la Francmasonería no es una religión y que se encuentra por encima de las religiones.

Origenes de la Masoneria Mixta


Los Landmarks de las Constituciones de Anderson aparecidas en 1723, las cuales marcan formalmente el inicio de la Masonería Especulativa vs. Operativa, mencionaban en su Artículo 3 que “Las personas que querían ser admitidas en calidad de miembros de las Logias, debían ser hombres buenos y leales, libres de nacimiento, de edad madura y razonable y de buena reputación; estaba prohibido admitir en la Masonería, esclavos, mujeres y hombres inmorales, cuya conducta fuera motivo de escándalo”, lo cual se interpreto como la imposibilidad para las mujeres de participar por sí mismas y como miembros de derecho (no como esposas o hijas de masones) en las Logias hasta bien entrado el siglo XIX.

Antes de mencionar a la mujer, figura emblemática de la Mixidad en la Masonería, tenemos que recordar algunos hechos históricos que tuvieron un impacto relevante en el cambio de las mentalidades y que permitieron la entrada en escena de las mujeres en la Masonería:
En el siglo XVIII, presenciamos la Revolución francesa y el advenimiento de las ideas de las Luces, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789); Años después el Código civil francés conocido como Código Napoleónico (1804) con la promulgación definitiva de la abolición del régimen feudal y la laicidad del Estado, sin embargo, retrogrado en cuanto a la familia y al papel de la mujer en la sociedad; se consagra su muerte civil y política declarándola propiedad de su marido e incapaz legalmente; la Revolución industrial y la aparición de la mujer en el mercado laboral, ya no sólo confinada a las actividades domesticas y reproductivas sino también productivas; la Convención de Seneca Falls en Estados Unidos (1848) considerada como el hito del movimiento feminista donde se denunciaron las restricciones, sobre todo políticas, a las que estaban sometidas las mujeres: no poder votar, ni presentarse a elecciones, ni ocupar cargos públicos, ni afiliarse a organizaciones políticas, ni asistir a reuniones políticas; el nacimiento en Europa de un movimiento feminista apoyado principalmente por los círculos del socialismo utópico (en particular Charles Fourier & Henri de Saint Simon); Primera ordenanza que decreta la obligación por parte del gobierno a proporcionar educación primaria a todas las niñas en Francia (1850).

En este marco, nace Marie-Adélaïde Deraismes en Pontoise, Francia (1828-1894) en el seno de una familia de acaudalados comerciantes republicanos teniendo acceso a una educación intelectual, filosófica y artística privilegiada para su época. Su planteamiento de la Mixidad en la Masonería no aparece como una preocupación primaria sino como consecuencia directa de su activismo feminista, su talente anticlerical y su cercana relación con el periodista, librepensador y francmasón León Richer (1824-1911) con el cual formó un binomio inseparable en el movimiento emancipador de la mujer. Ambos fundaron la Sociedad para los Derechos de la Mujer en 1869 con su correspondiente revista, contando como primer Presidente Honorífico al célebre literato, Victor Hugo. Fue en 1878 cuando convocaron el primer Congreso por “El Derecho de las Mujeres” en los salones del Gran Oriente de Francia.

La iniciación de Marie Deraismes (la primera de una mujer en la historia), en la Logia Los Librepensadores de Pecq (pequeña ciudad a las afueras de Paris) en 1882 respondió a un estado de opinión, tal vez minoritario, o por lo menos a un debate interno dentro de la Orden del Gran Arquitecto. Un paso ineludible que transgredió el Landmark “intocable” de la masculinidad exclusiva: “Habéis asestado un gran golpe mis Hermanos rompiendo con viejas tradiciones consagradas por la ignorancia. Habéis tenido el coraje de afrontar los rigores de la ortodoxia masónica. Vosotros recogeréis los frutos. Hoy sois considerados como heréticos porque sois reformadores. Pero, como por todas partes, la necesidad de reformas se impone, no tardaréis en triunfar…La Francmasonería será una escuela donde se formarán las consciencias, los caracteres, las voluntades; escuela donde se persuadirá de que la solidaridad no es una vana palabra, una teoría fantástica, sino una realidad es decir una ley natural irrefutable, mediante la que todo individuo tiene el mismo interés en cumplir sus deberes que en ejercer sus derechos. Preparareis así una verdadera democracia.” Pero es en 1893, cuando se produce el verdadero “cataclismo”. Alejada y vetada de los trabajos del Taller por el sismo provocado por su iniciación, decidió seguir el camino y no desviarse de sus convicciones. Con el apoyo incondicional del H:. Georges Martin, abrirán la primera logia mixta, la Gran Logia Simbólica Escocesa “El Derecho Humano”. Esta madre Logia será la base para la creación en 1901 y desarrollo posterior del Orden Masónico Mixto internacional “El Derecho Humano” que cuenta hoy en día con un poco más de 15,000 miembros: “No permitáis nunca que se rompa vuestra cadena de unión. No olvidéis que la puerta del Templo debe permanecer abierta. La masonería que se ha practicado hasta ahora pertenece al pasado. Practicad la masonería del futuro. Os dejo el Templo inacabado. Buscad entre sus columnas el Derecho de la Humanidad”.

En el transcurso de la Historia, vemos a menudo que las mentalidades y las ideas suelen no evolucionar al mismo ritmo que los cambios económicos y políticos de las sociedades. Sin embargo, siempre encontramos individuos notables que están a la vanguardia de su época y que marcan un viraje irreversible, hombres y mujeres líderes, comprometidos con el progreso de la Humanidad que nos inspiran por su acción ejemplar y su congruencia entre el hablar y el actuar, como Marie Deraismes, quien hoy en día es el símbolo ineludible de la Igualdad (en este caso particular, entre sexos) en la Masonería, por lo menos, en la llamada adogmática y liberal.

El Silencio del Aprendiz

“El silencio redondo de la noche sobre el pentagrama del infinito”
Federico García Lorca, Hora de Estrellas.

En la cultura occidental, y hoy más que nunca en la era de la mercadotecnia y del consumismo, existen pocos espacios para vivir el silencio. Algunos afortunados, podrán refugiarse de vez en cuando en lugares todavía vírgenes, recintos de paz, como un bosque o la montaña, y reencontrarse con la naturaleza muda, alejados de la huella civilizadora. Pero en general, el hombre moderno, acostumbrado a vivir inmerso en una contaminación acústica que ya nos parece natural, ha perdido la posibilidad de experimentar la vivencia original que nos da el silencio. Sumergido en el tumulto de sus actividades cotidianas, enfocado a resolver problemas de toda índole, se debate entre la alborotada multitud y su estrepitoso ritmo urbano. Y cuando le queda algo de tiempo libre, lo consagra a actividades de esparcimiento que poco contribuyen a la reflexión. De hecho, se puede decir que el silencio tiene una connotación negativa en nuestra sociedad, se relaciona en seguida como carencia de algo.

Sin darnos cuenta, hemos perdido progresivamente el respeto al verdadero sentido de la comunicación humana, en sus dos vertientes: Palabra y Silencio, estos dos polos de una misma realidad que solemos oponer cuando son complementarios. Hemos profanado hasta extremos insospechados lo Sagrado del Verbo. Asediados de manera constante por el uso y abuso de la Palabra, en particular en el ámbito de lo político y de los medios de comunicación donde las superverbalizaciones, para no decir, la verborrea compulsiva de la mayoría, ya han pasado a ser la única forma de comunicación social. La Palabra tiene peso y medida y su ejercicio, innegables consecuencias. ¿Quién no ha experimentado por lo menos una vez en su vida, el poder redentor o destructor de las palabras? ¿Cuántas veces no nos hemos arrepentido de no hacerle caso al sabio consejo de la abuela, cuando decía: Dale siete vueltas a tu lengua antes de abrir la boca? Sin embargo, ya hemos llegado a tal grado de excesos que hemos caído en creer en la falsa ecuación: Hablar equivale a Poder mientras Callar es vil sumisión del débil. Silencio, en nuestro entorno cultural, se ha vuelto un sinónimo de ausencia, angustia, soledad, muerte, vacío ante la propia existencia que el Homo Sapiens de hoy, suele aborrecer.

Y es cierto, el silencio es un lujo escasamente alcanzable para el común de los mortales. Como toda virtud, exige el justo medio, una constancia en la práctica, en fin disciplina y regla. Sin embargo, existe una tradición perenne en Occidente, minoritaria cierto, pero que ha perdurado hasta nuestros días y que reconoce el valor del silencio como una energía constructiva y como parte integrante de la experiencia humana. Ya las antiguas Escuelas de los Misterios de Grecia, en particular, la Pitagórica, habían instaurado como condición sine qua non la prueba del silencio como primera etapa del aprendizaje del neófito, antes que nada el nuevo discípulo era un oyente. Los antiguos romanos solían venerar la imagen de una diosa, la Diosa Silenciosa, llamada a veces Muta o Tácita la cual se solía representar bajo la forma de una figura femenina con el dedo índice sobre su boca. El gran alquimista y médico renacentista Paracelso, ya nos recomendaba entre sus reglas de oro para una vida saludable: “Debes recogerte todos los días en donde nadie pueda turbarte, siquiera por media hora, sentarte lo más cómodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada. Esto fortifica enérgicamente el cerebro y el Espíritu y te pondrá en contacto con las buenas influencias. En este estado de recogimiento y silencio, suelen ocurrírsenos a veces luminosas ideas, susceptibles de cambiar toda una existencia. Con el tiempo todos los problemas que se presentan serán resueltos victoriosamente por una voz interior que te guiara en tales instantes de silencio, a solas con tu conciencia. Ese es el daimon de que habla Sócrates”. Por fin, muchos místicos en Occidente al igual que en Oriente como por ejemplo en el Budismo Zen, han alabado el poder del Silencio. Miguel de Molinos, teólogo y fundador del Quietismo observa en su Guía Espiritual que existe tres tipos de Silencio: “El primero es de palabras, el segundo de deseos y el tercero de pensamientos. El primero es perfecto, más perfecto es el segundo y perfectísimo el tercero. En el primero, de palabras, se alcanza la virtud; en el segundo, de deseos, se consigue la quietud; en el tercero, de pensamientos, el interior recogimiento. No hablando, no deseando ni pensando, se llega al verdadero y perfecto silencio místico, en el cual habla Dios con el alma, se comunica y le enseña en su más íntimo fondo la más perfecta soledad y alta sabiduría. A esta interior soledad y silencio místico la llama y conduce cuando le dice que le quiere hablar a solas, en lo más secreto e íntimo del corazón”.

Heredera de este patrimonio espiritual, la Masonería, desde sus orígenes, ha integrado en sus rituales, el silencio. La palabra Silencio deriva del latín silentium que para Cicerón significa “silencio” y para Livio “quietud, ociosidad”. Los silentes eran “los muertos” para Ovidio, y para Virgilio “los lugares solitarios”. Como primera lección, al Aprendiz Masón le tocará hacer acto de humildad y aceptar ante sí mismo que no sabe ni hablar ni escribir y que por lo tanto, más vale callar, haciendo suyo el aforismo pitagórico “Escucha, serás sabio. El comienzo de la sabiduría es el silencio”: Primer golpe de CINCEL y de MALLETE sobre la PIEDRA BRUTA.

El silencio empieza en la CAMARA DE REFLEXION para el candidato y virtual recipiendario. Después será una constante a lo largo de su aprendizaje en el seno del TALLER. Esta norma del Silencio que prevalece en la COLUMNA del NORTE, estoy convencida, ha generado entre todas las generaciones de APRENDICES de ayer y hoy, en un principio, no sólo cierta frustración y una sensación asfixiante, pero también muchas interrogantes y dudas sobre el funcionamiento de la LOGIA y su muy especial didáctica. El APRENDIZ se encuentra sometido a una prueba, la del dominio de sí mismo. Tendrá que luchar contra la tendencia propia de la naturaleza humana de expresar su pensamiento, reprimir el instinto innato de comunicar sus vivencias y compartir sus opiniones. Aprender a dominar este instrumento tan maravilloso a la vez que peligroso que es el lenguaje mediante una práctica constante y rigurosa - la costumbre es una segunda naturaleza y una golondrina no hace la primavera nos dice la sabiduría popular - hasta que sea parte íntegra de su ADN. ¿Para qué? No es que este mutismo inicial del APRENDIZ releve de un capricho sino que: “Privarse de hablar, para limitarse a escuchar, es una excelente disciplina intelectual cuando se desea aprender a pensar. Las ideas se maduran por la meditación silenciosa, que es una conversación consigo mismo. Las opiniones razonadas son el resultado de debates íntimos que se empeñan en el secreto del pensamiento. El sabio piensa mucho y habla poco. Un masón joven debe, pues, en general, mostrarse muy reservado”.

Desde una luz profana, esta exigencia de Silencio en LOGIA puede parecer una medida coercitiva, propia de cierta pedagogía autoritaria. ¿Acaso no es un denominador común a todas las dictaduras el hecho de reprimir toda voz que se alcé para denunciar o criticar, hacer reinar el silencio mediante el terror, desterrar a los opositores y cancelar toda libertad de expresión? Paradójicamente, en la LOGIA, el silencio se convierte en ARTE. No responde a ningún acto de vejación o de arbitrariedad, apela a la libre elección de la persona. Un Arte íntimamente ligado a la práctica de las Virtudes de la Prudencia, la Discreción y la Templanza. Recordemos con Oswald Wirth, que la disciplina del silencio llevaba a los antiguos Masones a no contestar las calumnias de las cuales eran objeto: obra bien y deja murmurar, la verdad caerá por su propio peso.

La armonía y la convivencia fraternal a la que aspira toda LOGIA, digna de este nombre, no se puede alcanzar sin la presencia del Silencio. ¿Cómo podríamos trabajar y construir unidos si no nos exigiéramos a nosotros mismos esta pauta, condición imprescindible para cumplir con el precepto fundamental del Respeto y Tolerancia para la Palabra del Otro? ¿Cómo dialogar en la cacofonía? ¿Acaso, no existen notas y pausas en la música?

Así pues como el silencio exterior nos predispone a la serenidad y a la reflexión, nuestro silencio interior, concentrando todos nuestros sentidos hacia dentro, hacia el centro, nos convierte en una verdadera cámara anecoica, una caja de resonancia, espacio donde el eco de nuestra conciencia se desvela invitándonos a la reflexión ontología para descubrir los Misterios del Ser. “El hombre sabio, antes de llegar a serlo, empieza su camino entregándose voluntariamente al silencio porque sabe que las verdades que busca sólo se revelan al oído sutil. La máxima percepción se logra con el sueño y el sueño anida en el útero de la noche, en el lado contrario del ruido”

Sin embargo, lo que espera la Masonería de los hombres y mujeres que la conforman no es una devoción mística al Silencio, un aislamiento perpetuo del quehacer humano. Si bien es cierto, que desde el momento de la iniciación, se le solicita al recipiendario hacer un voto solemne de Silencio sobre lo que sucede en LOGIA y durante las TENIDAS, no se debe confundir con un tributo penitencial a una u otra divinidad. Paralelamente al cultivo del silencio, la formación del APRENDIZ se complementará con el estudio de las ARTES LIBERALES, empezando por el Trivium, compuesto de la Gramática, la Retorica y la Dialéctica. El FRANCMASON para llegar a ser un verdadero Maestro Constructor, dueño de su oficio, deberá ser un experto en la triada dedicada a la Palabra. Pues lo que nos exige nuestra condición de Francmasones es que sepamos no sólo Pensar sino Hablar y además Actuar bien. Entre los Deberes del Iniciado, como nos lo recuerda Wirth en el Libro del Aprendiz, está la realización de nuestros propósitos. No basta callar para pensar, hablar para convencer, sino que irremediablemente estamos llamados a concretar los ideales de nuestra Divisa: LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD: “Si la Francmasonería se dedicara sólo a la especulación pura se quedaría en el dominio abstracto, sin compartir los males que acosan a la humanidad. Estos males tienen su repercusión sensible en el corazón de todo hombre generoso. El iniciado, en consecuencia, no se aísla del mundo, se guarda bien de imitar a los místicos egoístas que buscan la perfección lejos del contacto de la corrupción general, mucho menos comparte la indiferencia de los satisfechos que sólo tienden a gozar los favores acordados a unos pocos. El hombre de corazón se siente herido por toda iniquidad aun cuando no sea él una víctima directa. Desinteresarse de la suerte de otro es romper los lazos de solidaridad que une a todos los miembros de la familia humana”.

Referencias Bibliográficas:
Hilda BASULTO, La fenomenología del silencio. Apuntes para una temática por investigar, 1974
Arthur POWELL, La Magia de la Francmasonería, La Virtud del Silencio, 1924.
Oswald WIRTH, El Libro del Aprendiz, Deberes del Aprendiz Masón, 1894.
José Ramón GONZALEZ CHAVEZ, El Silencio Masónico.
Eliseo BAYO, Revista Masónica La Acacia N°6, Reivindicación del Silencio.